Una almohada deja de ser útil cuando deja de prestar el apoyo que se necesita para lograr una noche de sueño reparador. En el caso de la almohada de plumas podría necesitar un reemplazo entre 1 a 10 años, conoce algunas pautas para identificar ese momento. Al igual que ocurre con los colchones, con el paso del tiempo las almohadas van perdiendo sus propiedades, llegando a ser perjudiciales para el descanso, ya que no mantienen la cabeza cómoda ni permiten descansar de forma adecuada. Por tanto, te recomendamos que sustituyas tu almohada por otra cuando notes que ésta deja de ser cómoda. Esto también nos lo indicará el relleno, que es lo que ayuda a dar forma a este elemento, ocasionando que su forma se distribuya de manera irregular.

- Coloca la almohada esponjosa sobre una superficie dura. Dobla la almohada por la mitad y exprime todo el aire.
- Suelta la almohada, observa si se despliega y vuelve a su forma original.
- Una almohada desgastada permanecerá plegada.
Dado que el plumón y la pluma se pueden lavar y secar para rejuvenecerlos y esponjarlos de nuevo, prueba primero si tu almohada ha perdido su capacidad de esponjarse, incluso después de lavarse.
¿Cómo alargar la esperanza de vida de tu almohada de plumas?
A diferencia de los rellenos sintéticos que duran entre 1 a 2 años, las almohadas de pluma y de plumón pueden lavarse regularmente (recomendable cada 6 meses) y el relleno es tan bueno que, fácilmente pueden durar entre 5 a 10 años, o más. Para aprovechar al máximo la vida de la almohada de plumas, es necesario mantenerla limpia con una funda y lavado regular. Con el cuidado adecuado, pueden proporcionar una durabilidad máxima con comodidad y soporte excepcional, pero cuando sea el momento de reemplazar tu almohada, Vivenda tiene muchas opciones para ti. Conócelas en nuestra página web.