Dormir bien, la base de buenos hábitos

En la actualidad, la mayoría de las personas estamos conscientes de la importancia de adoptar hábitos y prácticas sanas en nuestra vida cotidiana, así como de los efectos significativos que éstos tienen en nuestro bienestar y desarrollo. Y no cabe duda que cubrir las horas de sueño adecuadas es una parte esencial.

Pero, yendo un paso previo, ¿en realidad sabemos por qué es tan necesario dormir? Y es que el sueño tiene tal impacto en tu vida que todos los procesos mentales y físicos de tu cuerpo se ven afectados. 

¿Cómo afecta el sueño a nuestra salud mental y física?

Aunque no lo parezca (o no tengamos la suficiente conciencia de ello), dormir es casi tan importante para nuestra salud –o incluso más– como lo es comer sano o hacer ejercicio físico. Lo ideal, sin duda, es el correcto balance de todos ellos.

Y en términos de nuestra salud y desempeño mental, se ha comprobado que las personas que duermen mal experimentan torpeza mental en su día a día. Considera la siguiente relación:

Bajo rendimiento, poca agilidad, pobre nivel de concentración y dificultad para prestar atención son sólo algunas de las afectaciones con las que una persona que duerme mal lleva en su día a día.

Se trata de un fenómeno con efectos preocupantes ya que estas condiciones se relacionan directamente con muchos de los accidentes graves de cualquier tipo, como pueden ser los laborales o los automovilísticos.

En cuanto al estado de ánimo, dormir mal también te puede llevar a desarrollar ansiedad, sufrir depresión y desarrollar varios trastornos psicológicos y del comportamiento.

Adicionalmente, la salud mental se refleja en problemas físicos, ya que el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas –como hipertensión, enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes tipo 2, infecciones y obesidad– aumenta de forma proporcional a la disminución del descanso. Míralo de esta manera:

En el caso de los niños, mientras ellos duermen se liberan las hormonas del crecimiento, es decir, su desarrollo físico y mental depende mucho de que tengan horas de sueño con calidad.

Y para los adultos, dormir también cumple una función de mantenimiento del organismo ya que es durante la noche cuando se sintetizan y regulan las células grasas, favoreciendo que tu cuerpo controle mejor su peso y previniendo la obesidad.

Así, tu sistema se ‘repara’ durante el sueño ya que las hormonas que le ayudan a prevenir infecciones o enfermedades son liberadas principalmente al dormir, haciendo que el sistema inmunológico se mantenga fuerte.

Por todo lo anterior, no debes descuidar todo lo que el descanso brinda a tu cuerpo ya que, a través de esta actividad vital, tus células y tejidos permanecen sanos. 

Date el descanso que te mereces

En conclusión, dormir sin interrupciones debería ser uno de tus hábitos más arraigados.

Y, aunque no lo creas, lograrlo es más sencillo de lo crees. Lo esencial es que lleves a cabo rutinas de sueño –como las que te hemos compartido en este blog– que ayuden a tu cuerpo a prepararse y consentirse al dormir.

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Además, un elemento que te ayudará a mejorar tus rituales de sueño es la ropa de cama: como unas sábanas suaves, un edredón con una capacidad térmica adecuada para cada temporada y una almohada de plumas de ensueño.

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